Próximo inicio: miércoles 5 de octubre de 2022

"Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina"

Hipócrates (460 a. C.-370 a.C.), conocido como el padre de la medicina, vivió entre 90 y 100 años (según distintas fuentes), superando con creces la expectativa de vida de la época. Su lema: "Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina" refleja los principios de su práctica médica.

Su enfoque terapéutico se basaba en el poder curativo de la naturaleza, ya que él pensaba (y ahora se ha demostrado) que el cuerpo tiene la capacidad intrínseca de sanarse a sí mismo. Las terapias de Hipócrates estaban pensadas para facilitarle ese trabajo al organismo, eliminando los obstáculos y proporcionándole los elementos necesarios.

Actualmente se sabe que la nutrición juega un importante papel en la salud y por lo tanto en el desarrollo de las enfermedades. Un cuerpo que recibe los nutrientes que necesita, no enferma, o enferma muy rara vez. Sin embargo, la vida moderna ha puesto en riesgo esta nutrición: consumimos demasiados alimentos procesados que carecen casi por completo de nutrientes, y cuando preparamos los alimentos, desconocemos sus poderes nutritivos y los beneficios que nos aportan. Aunado a eso, casi todos comemos los mismos alimentos de forma regular, con muy poca variedad, privando al cuerpo de elementos esenciales para su buen funcionamiento.

Pero los alimentos no sólo contienen vitaminas y minerales esenciales para una buena nutrición, también tienen otros compuestos que el cuerpo sabe aprovechar para su buen funcionamiento, y que son muy útiles cuando se trata de luchar con una enfermedad o síntoma, como los flavonoides, de los que hay aproximadamente 6,000 distintos, que son poderosos antioxidantes y antiinflamatorios, por lo que ayudan a evitar enfermedades crónicas de todo tipo, pero también ayudan a combatir las ya existentes.

La práctica médica, en estos días, se limita a darnos una lista de alimentos prohibidos y permitidos en caso de tener alguna enfermedad, pero se han olvidado de Hipócrates (aunque al graduarse hacen el "Juramento Hipocrático"), y no nos dicen qué tipo de alimentos deberíamos consumir más para revertir esa enfermedad.

Los pueblos antiguos, de manera intuitiva y por la práctica milenaria, conocían los beneficios de los alimentos así como de las plantas y fueron pasando estos conocimientos de generación en generación, simplemente con charlas en la cocina, como tomar caldo de zanahorias para curar la tos.

Tenemos toda una farmacia en nuestra cocina. Una farmacia que no necesita receta, no tiene efectos secundarios, pues es la que la naturaleza nos proporcionó, equilibrada y adecuada para el consumo humano, sin componentes de más ni de menos. El secreto es saber usarla. Saber usar las frutas, verduras, legumbres, especias, etc., para darle a nuestro cuerpo los elementos que necesita para su buen funcionamiento, y darle también los elementos que le hacen falta cuando se presenta la enfermedad.

En este curso-taller se estudiarán las propiedades nutritivas y medicinales de los diferentes elementos que tenemos en la cocina, desde el ajo, que no falta en ninguna cocina mexicana, hasta la naranja, pasando por todos los frutos, verduras, legumbres, especias, carnes, grasas, etc. Incluso se hablará de cuál es la mejor sal para consumir y sus alternativas. Y no podían faltar las sugerencias de uso de los diferentes alimentos, así como sus recetas.

Imparte: María Eugenia Martí

Cuándo: Clases vía Zoom un miércoles cada dos semanas. Las clases quedarán grabadas para su consulta posterior.

Costo por clase: $300.00 pesos mxn.

Horario: de 10 a 12 hrs.

La institución se reserva el derecho de posponer o cancelar el curso si no se reune un mínimo de participantes.