El poder sanador de los Cuencos Tibetanos

Todos tenemos una vibración que es una señal de salud y bienestar. Se puede pensar en ella como el resultado natural de los procesos que ocurren en nuestro cuerpo físico, al igual que en el mental, emocional y en los diversos cuerpos sutiles. Al igual que un instrumento musical que puede desafinarse por el uso, nuestros cuerpos también pueden caer en desarmonía en su vibración y, en consecuencia, generar enfermedad. El estrés y la negatividad crean bloqueos en el flujo saludable de la energía, manifestándose en el campo energético que nos rodea, como alteraciones de energía al principio y, más tarde, como enfermedad en el cuerpo físico.

El sonido y la vibración pueden ser usados para volver a “afinarnos”, y una de las más poderosas herramientas para esto son los cuencos tibetanos. Cuando se hacen sonar provocan un profundo estado de relajación, y su vibración penetra profundamente a nivel celular, abriendo el flujo de energía para llevarnos de nuevo a la alineación con la que vibra la salud. El sonido puede ayudarnos a cambiar la frecuencia energética de los niveles más bajos hacia los más elevados, eliminando las frecuencias bajas o negativas de emociones como miedo, ira y resentimiento. De hecho, cada vez que uno se expone a emociones de baja frecuencia, repetir el mantra “Om” en voz alta volverá a elevar la energía.

El sonido de los cuencos es calmante, y frecuentemente se usan como apoyo en las meditaciones, ya que su música induce a la paz mental y física.

La física cuántica ha demostrado que todo tiene vibración, ya sea una mesa, una silla, una persona, un planeta o el cosmos. Y cada vez que hay un sonido, también hay una vibración. Cuando usamos el sonido junto con intención, que es el aspecto más importante para sanar, podemos dirigir la vibración del sonido para que eleve la frecuencia vibratoria del cuerpo.

La energía negativa puede enfermarnos físicamente o deprimirnos mentalmente. Cada cuenco emite una vibración relajante que elimina la energía negativa que está bloqueando nuestra capacidad de alcanzar la salud física, mental y espiritual. En cuanto esta energía negativa es eliminada mediante la vibración de los cuencos, tenemos la posibilidad de permitirnos vivir en una armonía saludable.

Es importante considerar que el estrés es la causa de muchas de las enfermedades modernas, y es a través de la relajación del cuerpo que se puede restaurar el equilibrio corporal, la salud y la felicidad. El efecto benéfico es producido por la fuerza invisible de los cuencos vibrando, combinado con oración o mantras. Como el 70% del cuerpo humano está hecho de agua, cuando se hace cantar a un cuenco cerca de nuestro cuerpo, la vibración crea un mandala (patrón) en nuestro cuerpo, que es sanador y relajante.