Obsidiana

El vidrio negro

La obsidiana, esa piedra negra única por su color en la naturaleza, es un vidrio volcánico formado por el brusco enfrentamiento con el frío de lava rica en óxido de silicio. Es vidrio porque su estructura atómica es desordenada y químicamente inestable, razón por la que su superficie tiene una cubierta opaca llamada córtex.

De acuerdo a su grado de pureza y composición química, la obsidiana puede ser transparente, translúcida, brillante y reflejante, con coloraciones que van del gris oscuro al negro, dependiendo del espesor de la piedra y del yacimiento de donde proceda.

En México, la obsidiana tuvo importancia desde épocas prehispánicas, cuando fue utilizada como material para elaborar instrumentos y armas (es una piedra dura que servía como punta de flecha o como navaja), pero también se usó en ofrendas y se dedicó a las deidades, así como fu considerada como mineral con notables aplicaciones medicinales. La llamaban “medicina divina”, y al aplicarla, según el padre Durán, se “les les embijaban con ella la parte donde sentían dolor, y sentían notable alivio... parecíales cosa celestial”.

Aun hoy, a la obsidiana se le atribuyen propiedades mágicas y sagradas. Por ser un mineral de origen volcánico se le relaciona con el elemento fuego y se considera una piedra de autoconocimiento con carácter terapéutico.

La obsidiana es una piedra sin fronteras ni limitaciones. Trabaja extremadamente rápido y con gran poder. Por su cualidad de revelador de la verdad no tiene misericordia al exponer debilidades, bloqueos y defectos. Nada se le puede ocultar a la obsidiana. Tiene la capacidad de mostrarnos cómo aminorar todas las condiciones destructivas y debilitantes a la vez que nos impulsa a crecer y nos da el apoyo mientras lo hacemos. Se debe usar con cuidado y es mejor que un terapeuta calificado la utilice, ya que puede hacer que emociones negativas y desagradables salgan a la superficie. Bajo la guía de un experto, sus cualidades catárticas son invaluables. Puede facilitar el recordar vidas pasadas para sanar emociones traumáticas que se han traído a la vida actual.

La obsidiana es una fuerte piedra protectora, capaz de crear un escudo contra la negatividad. Absorbe las energías negativas del ambiente y fortalece en épocas de necesidad. Es de mucha ayuda para las personas extremadamente sensitivas, porque bloquea ataques psíquicos y elimina influencias espirituales negativas.

Una pieza grande de obsidiana es excelente para limpiar de geopatías y la contaminación del ambiente, pero su capacidad para hacer surgir las emociones más profundas se debe tener en consideración. Para muchas personas sus poderes resultan abrumadores y prefieren piedras menos poderosas para estas tareas. Pero es extremadamente útil para terapeutas ya que no sólo facilita llegar al centro del problema, sino que también limpia las energías que se liberan como resultado del tratamiento. Colocar una obsidiana en el lugar de la terapia evitará que las energías negativas de los pacientes puedan alcanzar al terapeuta, provocándole enfermedad con el tiempo.

Como todas las piedras de color negro, la obsidiana tiene la capacidad de absorber la energía, tanto negativa como positiva. Es por esta razón que no se debe usar de forma permanente como adorno sobre el cuerpo, ya que al principio retirará la energía negativa que provoca el estrés y las tensiones, pero poco a poco irá absorbiendo la energía indispensable para que el cuerpo funcione correctamente, provocando un gran cansancio.