“Sin ajo, simplemente no querría vivir”, Louis Diat (1885-1957), antiguo cocinero del Ritz y creador de la sopa Vychyssoise, entre otras delicias. Y es que el ajo, como ingrediente en la cocina, proporciona sabores inconfundibles e inigualables. Lo que pocos sabemos es que además de darle a los alimentos un sabor y olor especiales, consumirlo nos hace un gran bien al organismo.
¿En realidad el ajo ayuda en algo a la salud? Pues sí, no sólo ayuda, es una medicina natural básica que previene –y cura– un buen número de enfermedades. Contiene muchas propiedades profilácticas y terapéuticas, particularmente para fortalecer el sistema inmunológico y desintoxicar y depurar los sistemas digestivo, circulatorio y respiratorio.
Antibiótico
Una de sus principales propiedades es ser un antibiótico natural muy poderoso y de amplio espectro. Es eficiente para combatir bacterias (estafilococos, estreptococos, salmonelas y otros), pero también virus (gripe, herpes, neumonía e inclusive el virus de la inmunodeficiencia humana). Si se combina con tomillo aumenta su eficacia para exterminar gérmenes.
Anticáncer
Sus compuestos órgano azufrados bloquean el crecimiento de células cancerosas y la formación de compuestos cancerígenos en el tracto digestivo. Algunos de sus compuestos pueden reducir el tamaño de tumores en el colon, así como destruir tumores de pulmón y de piel.
Diabetes
Tiene acción energizante y aumenta la producción de insulina, y también disminuye el contenido de glucosa en la sangre.
Obesidad
El ajo quema grasas ya que activa y acelera el metabolismo, y ayuda a eliminar líquidos retenidos en el cuerpo. Combinado con el perejil se consigue una acción diurética más enérgica y se neutraliza su fuerte olor.
Parásitos intestinales
Tiene una acción vermífuga muy eficaz para exterminar los parásitos intestinales, sin causar daño ni matar los microorganismos benéficos. Puede exterminar las amebas, combinado con otras plantas como el chaparro amargo.
Reumatismo
El ajo es desinflamante y calmante. Se puede ingerir todos los días y también usar en forma tópica, combinado con loción de zábila.
Sistema cardiovascular
El ajo aumenta el contenido de lipoproteínas de alta densidad (colesterol bueno) y disminuye el contenido en la sangre de lipoproteínas de baja intensidad (colesterol malo), lo que significa que evita la acumulación en las paredes de las arterias. Su acción vasodilatadora aumenta el flujo de sangre y mejora la circulación, relaja y tonifica el corazón, y evita la formación de coágulos.
Sistema digestivo
Ayuda a prevenir y curar infecciones intestinales producidas por aire, agua y alimentos contaminados. Previene y cura gastritis y úlceras pépticas y puede exterminar todo tipo de microorganismos nocivos en el tracto intestinal, sin dañar la flora intestinal benéfica.
Sistema respiratorio
Sus acciones descongestionantes y expectorantes aflojan, desprenden y expulsan el moco de los bronquios, los senos nasales y la garganta. El ajo suaviza y tonifica el tracto respiratorio y el tejido pulmonar, desinflamando y ayudando a curar la tos, tosferina, asma y enfisema.
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