La Medicina China tiene un efecto profundo en las emociones, estados mentales, percepción y personalidad. Lawson y Wood en su libro "Cinco Elementos de Acupuntura y Masaje Chino" dicen que en todos los procesos de pensamiento y estados mentales coexisten actividad y tensión muscular asociada. Si un terapeuta es capaz de afectar las actividades de tensión muscular, afectará en el mismo grado los procesos de pensamiento y estados mentales. También dicen que la rigidez en el nivel psíquico tenderá a exteriorizarse en rigidez a nivel somático. Las ideas fijas con mucha frecuencia son las precursoras de articulaciones rígidas. Incluso aunque la rigidez muscular y articular aún no estén presentes, se seleccionarán y tratarán los puntos como si lo estuvieran. La mente cerrada, rígida y obstinada que se rehúsa a reevaluar sus prejuicios, debe ser tratada como si fuera artritis y reumatismo muscular. Lawson y Wood continúan hablando del miedo tipo yin en el que la persona queda "desmayada de miedo", en cuyo caso se tratarían puntos para "extrema debilidad", y el tipo de miedo yang en el que la persona se queda "tiesa de miedo", en cuyo caso habría que usar puntos para "espasmos y tensión muscular en general, o incluso convulsiones". Esto expresa el concepto de tratar por similitud, usando la gran cantidad de información disponible acerca de las enfermedades físicas para aplicarlo análogamente.
El Dr. Leon Hammer, psicólogo y acupunturista, declara en su libro "Dragon Rises, Red Bird Flies", que la acupuntura ha demostrado claramente su habilidad para acortar el período de tiempo requerido para que ocurra un cambio significativo en sus pacientes, y para engendrar una mayor alteración en los patrones de comportamiento y pensamiento. Menciona que la meta aceptada de la terapia, alcanzar un cambio de carácter en el modo en que una persona evita vivir la vida, se alcanza más rápidamente con la introducción de las agujas.
La persona depresiva que evita tanto la alegría como la responsabilidad de los sentimientos negativos; la persona obsesiva que evita los sentimientos por medio de la rigidez y el orden; la persona oral que evita pararse sobre la tierra con sus dos pies, exigiendo ser cargado y alimentado; la persona esquizoide que evita los sentimientos a través del desprendimiento; la persona esquizofrénica que evita el terror a través de la fragmentación; o la persona paranoica que evita lo desconocido a través de la proyección; todas ellas usaron estas maniobras desesperadas de mala adaptación que representan lo mejor que una persona pudo hacer, en determinado momento, con lo que tenía disponible, para estar en contacto mientras permanecía intacta. Y cualquiera de estos individuos puede ser ayudado a través de la restauración constructiva de la agujas.
Tal vez la consecuencia más importante del uso de la acupuntura en estos pacientes es el florecimiento de la conciencia y la apreciación del significado de crecimiento y desarrollo. Las personas se hacen más conscientes de las tensiones en su cuerpo y cómo las están creando a través de pensamientos y acciones; de la resistencia a sentirse bien y cómo ellas mismas se hacen sentir mal. Su sensibilidad a los alimentos, sonidos, aire y ambiente emocional los hace estar más vivos y son más capaces de cuidarse solos y auto-sanarse. Se presentan recciones y eventos catárticos. Llegan a la conciencia emociones reprimidas, pensamientos, recuerdos, sueños, imágenes y material desasociado (incluyendo el de la infancia, la experiencia del nacimiento e incluso tal vez antiguas reencarnaciones).
Incluso con un momentáneo alivio de la tensión, ansiedad, depresión y dolor, surge, con frecuencia por primera vez, el conocimiento de que es posible ser libre de la miseria aceptada comúnmente. Esperanza de renovación, acompañada por el miedo a lo desconocido, emerge de las sombras del pasado. Tal vez lo más sorprendente son los cambios en la conciencia corporal, del equilibrio, de saber dónde está parado, de la estima e incluso cambios sorprendentes en la fisonomía.
Los pacientes tratados con acupuntura reportan sentirse más vivos y equilibrados, con un incremento en la energía para lidiar con los problemas de supervivencia, comunicación, relaciones, trabajo y otras presiones. Las funciones del ego mejoran, acompañadas por la expresión de una satisfacción con la vida. Incluso el crecimiento espiritual ha sido incluido por algunos como uno de los beneficios de la acupuntura. Extrañamente, la acupuntura parece provocar los más dramáticos resultados en las personas que usan los más fuertes mecanismos de negación, las que tienen estados emocionales debilitantes como pánico, condiciones de dependencia de drogas y alcohol y los más severos desordenes psiquiátricos.
Es importante que se dedique una considerable cantidad de pensamiento, energía y esfuerzo al desarrollo de un sistema integrado que reconozca, en un sentido práctico, las relaciones esenciales entre las diversas funciones del cuerpo, especialmente entre aquellas de la mente y el espíritu, con la ingestión, digestión, asimilación, circulación, metabolismo y excreción.
IG-4 es el gran eliminador de la toxicidad tanto mental como física. Es el punto yuan del Intestino Grueso. H-3 es el yuan del Hígado y punto de Tierra y es muy efectivo para relajar el Hígado y eliminar el calor, especialmente si la aguja pasa hacia R-1 en la planta del pie. Solos, estos dos puntos son generalmente muy relajantes y actúan como un antidepresivo cuando las agujas se dejan dentro durante un considerable período de tiempo.
Cuando se reprime la ira el sistema músculo-esquelético, músculos, ligamentos y tendones entran en juego para el ejercicio de este control. Sabemos que bajo estas condiciones las sustancias tóxicas, que los chinos llaman energía nociva, se acumulan. Es responsabilidad del Hígado tratar con la energía del cuerpo, y una excesiva acumulación de esta energía nociva puede crear una sobrecarga en ese órgano. El sistema de Hígado/Vesícula Biliar también controla los nervios. Un incremento de calor en el Hígado y la Vesícula Biliar eleva la tensión en el sistema nervioso. De nuevo se aprecia un círculo vicioso entre un sistema orgánico y un estado emocional.
Cuando un ser se siente frustrado y es incapaz de afirmarse a sí mismo, se tiene una ira impotente y todo el comportamiento autodestructivo que sigue: culpa, comportamiento pasivo-agresivo, negatividad y auto-desprecio. Tenemos un problema en la función del ego. Puesto que el Hígado se considera el planeador y la Vesícula Biliar el tomador de decisiones, todo el cuerpo se ve afectado. Como lo dirían los chinos: los otros oficiales se enfurecerían si no tienen un plan. Planear y tomar decisiones tienen lugar básicamente de noche durante el sueño de 11 p.m. a 3 a.m., las horas asociadas con el Hígado y la Vesícula Biliar. Dependiendo de otros aspectos de la personalidad, la ira impotente lleva o a la depresión y comportamiento pasivo-agresivo o a la violencia.
Otro órgano se ve involucrado conforme el paciente envejece. Los Riñones se agotan intentando proveer fluidos para tratar con el incremento de calor en el cuerpo por la tensión en el Hígado y el calor en la sangre. Con la depresión de estos sistemas se presentan problemas psicológicos. Los Riñones, en términos de desequilibrio emocional, están relacionados con el miedo. Sus funciones naturales se relacionan con la fuerza de voluntad, resolución y el equilibrio entre el valor y la conciencia. El Estómago, estrechamente relacionado con el Hígado y los Riñones, es parte del elemento Tierra, que, cuando se desequilibra puede causar demasiada inquietud, preocupación y una variedad de desórdenes del pensamiento.
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